En el centro de Madrid existe un barrio que casi no merece presentación. Estamos hablando de La Latina, uno de los lugares más reconocidos de la capital por su historia, y sobre todo por su oferta en ocio y gastronomía.
Historia
La Latina forma parte del llamado “Madrid de los Austrias”, el Madrid más antiguo. Su distribución en calles estrechas y grandes plazas remarca la forma de construcción de la época medieval. Asentamiento de los mercaderes en los alrededores de las murallas, los cuales se disponían a vender sus mercancías en la ciudad, la zona se encontraba poblada de posadas para dar descanso a todos los comerciantes y visitantes de la capital. Sus calles guardan el recuerdo de los grandes acontecimientos acaecidos en la ciudad, como la ejecución del famoso bandido Luis Candelas. Además, su cercanía con el centro y con otros barrios como Lavapiés o Embajadores confieren a La Latina una gran notoriedad entre todos los habitantes y visitantes de la ciudad.
Cultura y lugares de interés
El epicentro cultural del barrio es el Teatro La Latina, situado en la Plaza de la Cebada. Escenario de representación de grandes obras, actualmente en su interior tienen lugar los monólogos de El Club de la Comedia. Pero no sólo el teatro habita el recinto, la música también forma parte del repertorio que se puede disfrutar en el coliseo de La Latina.
El barrio guarda en su interior uno de los tesoros más valiosos de la ciudad: la casa-museo de San Isidro. Sus cuatro paredes custodian el relato de la historia de la capital, con elementos que van desde la Prehistoria hasta bien entrado el siglo XVII, y que recibe el nombre de “Orígenes de Madrid”.
Uno de los secretos mejor guardados de la zona es el Jardín del Palacio del Príncipe de Anglona, único parque nobiliario del siglo XVIII que se puede encontrar en la capital. Recibe su nombre del palacio contiguo a él, y aunque fue remodelado en el siglo XX, su estructura original aún se conserva, con caminos de ladrillos y la presencia del estilo paisajístico del parterre, muy presente en una gran cantidad de parques madrileños. El jardín está ubicado en la Plaza de la Paja entre cuatro paredes, alejándolo de la vista del viandante, y provocando gracias a esto un halo de paz y tranquilidad para todo visitante del dieciochesco jardín.
Gastronomía
El mayor atractivo de La Latina. Sea el día que sea las calles de la zona se llenan de gente para disfrutar de unas buenas tapas acompañadas de su correspondiente refrigerio. Las famosas Cava Baja y Cava Alta están llenas de bares y restaurantes que ofrecen al visitante una amplia selección de tapas para todos los gustos. Establecimientos como Casa Lucio con sus sartenes de huevos rotos o Casa Curro con su tapa de pringá son sólo algunos ejemplos de los muchos que podemos encontrar por todo el barrio.
En cuanto a los restaurantes, uno de los más llamativos es el Capitán Alatriste, personaje literario creado por el periodista y escritor Arturo Pérez Reverte. Con una decoración exquisita que retrotrae al cliente al siglo XVII y una carta donde destacan las migas de La Lebrijana y las chuletas del capitán. Una apuesta segura.
El Rastro
Para terminar, todos los domingos desde hace muchos años La Latina recibe un ilustre visitante. El famoso Rastro madrileño tiene su asentamiento en las calles de la zona. Una ingente cantidad de puestos donde encontrar todo aquello que se pueda imaginar. Bisutería, ropa, libros, cerámica o cassettes antiguos son sólo algunas de las cosas que se ofrecen cada domingo en El Rastro.
Y si nos acercamos por el mercado, es obligatoria la visita al bar “Capricho Extremeño”. Allí encontraremos unas tostas gigantes de mil ingredientes diferentes: filetes empanados, salmón con queso, queso con membrillo, carne de cangrejo, pulpo a la gallega…
Si quiere darse un paseo por la historia de la capital y disfrutar de su ocio, La Latina es el lugar idóneo para ello.